Uno de los aspectos más delicados con respecto a los comentarios es la limpieza. Al contrario de lo que sucede con el propio código fuente, los comentarios no son procesados por el compilador, lo que quiere decir que éste no nos avisará si hay algo incorrecto o poco fiel con respecto a la realidad.
En muchas ocasiones utilizamos los comentarios casi para cualquier cosa, y siendo honestos, es que se prestan a ello y además podemos sacarle mucho partido. El problema es cuando permitimos que los usos alternativos perduren en el tiempo, pues lo único que conseguimos con ello es ensuciar el código.
Son muchos los detalles a los que debemos prestar atención mientras desarrollamos, tantos que en ocasiones relegamos un segundo plano a algunos como pueden ser los comentarios, el estilo del código u otros.
Aprovechando que acabamos de escribir un artículo tratando los olores del código fuente no podíamos dejar pasar la ocasión para escribir sobre refactorización, un conceptos íntimamente relacionado.
Se dice que el código huele cuando a pesar de que no se ha identificado ningún bug y su funcionamiento es correcto, está escrito sin atender a los principios de diseño del software o haciendo uso de prácticas nada recomendables.
Existen múltiples motivos por los que podemos disponer de código fuente antes de versionarlo: que heredemos un proyecto ya existente, que se nos ocurra una idea y en un impetuoso alarde de entusiasmo vayamos directamente al código, etc. Pero para mi el principal motivo es que es la forma más sencilla de comenzar un proyecto y un repositorio en Git: instalo la aplicación o el framework que necesito, realizo una configuración básica y acto seguido creo el repositorio.
Pocos son los entusiastas de los ordenadores que a día de hoy no han oído hablar de Rasperry PI. Para los que todavía no la conocen se trata de un pequeño ordenador austero y económico que ocupa poco espacio, consume poca electricidad, no hace ruido y además le podemos instalar algunas distribuciones Linux u otros sistemas operativos como Windows 10 IOT.
Pues bien, si te gusta trastear tanto como a mi y quieres pasar un buen rato, si tienes un pequeño proyecto personal que quieres «profesionalizar» con un servidor de pruebas, si necesitas un servidor de control de versiones, etc. Una Raspberry PI es una solución muy económica y 100% válida siempre y cuando tus necesidades de hardware no son excesivas y la criticidad de tu proyecto lo permite.
Debugar es una de las primeras cosas que aprendemos cuando comenzamos a desarrollar y nadie en su sano juicio es capaz de poner en duda la importancia de esta tarea.
Por otro lado, es increíble la cantidad de desarrolladores para los que si bien en otros lenguajes utilizar un programa para debugar forma parte de su día a día, cuando programan en php lo hacen de una forma un tanto rudimentaria valiéndose de funciones cómo echo(), print_f(), die() u otras que les ayuden a mostrar en el navegador lo que deberían ver en la herramienta de debug.
